A estas alturas, todos sabéis, que soy la persona más golosa del mundo mundial, y si no llego a tanto, estaré por los menos entre las 50 primeras.
Pero, tengo que decir a mi favor, que cuando voy a mi buffet libre favorito a comer (imaginaos, la selección de dulce, es más que amplia), mi postre, es simplemente, helado de limón.
Supongo, que las personas que suelen venir conmigo, ahora, al leer esto, pensarán: -sí, pero lo llena de todos los toppings habidos y por haber y siempre repite.
Bueno, sí, tal vez me gusta llenarlo de mini lacasitos, trocitos de galleta, bolitas de cereales... Y es que el sabor a limón en la repostería, me gusta mucho. El año pasado, para el blog, hice limonada casera, y esa mezcla entre fuerte y dulzona, me parece extraordinaria. Pero, si no os gusta mucho el limón, no os preocupéis, que esta tarta, tiene un sabor muy suave, que os encantará a todos. ¡¡Prometido!!
INGREDIENTES: 6 personas DIFICULTAD: Fácil
-10 hojas de gelatina
-500 ml de leche (puede ser desnatada)
-4 huevos
-2 cucharadas soperas de harina (también puede ser maizena)
-275 g de azúcar
-3 cucharadas soperas de mantequilla (puede ser light)
-la ralladura de un limón
-el zumo de tres limones
-200 ml de nata líquida